Las ratas

Hace un rato fui a dejar a una persona en el coche,.. demasiado temprano como para mandarla en el colectivo.
Al acercarme a mi "Negro" vi que solo quedaba parte del pegamento y poliuretano que tenia un logo de transformers que habia pegado en la tapa de gasolina...  Pinches ratas ¡¡¡¡ 
No es el costo, si no la accion. Aunque me costo conseguirlo.
El gusto que me daría agarrar al cabrón que lo hizo.
Y pienso,.. que harán con el mentado logo? para que lo quieren ?  en donde lo usarán sin el riesgo de que alguien se de cuenta que se lo robo a alguien mas,..??  terminará arrumbado en el cajón de tiliches de algún "Nini" sin saber que hacer con el. En fin. Feliz mañana del sábado.

Cita a ciegas

Hace tiempo ya, durante una fiesta surgió un tema, las cita a ciegas. Ese día junto con el vodka y los canapés surgieron muy diversas experiencias y eso me dejó una cierta inquietud.
Tal vez en ese momento hubiera sido el objeto de los comentarios o las burlas de mis ya "etilizadas" amistades si les hubiera confesado que nunca había salido con una completa desconocida. Por lo que solo seguí llevando las conversaciones para evitar ser yo el que tuviera que contar su falsa experiencia.
Sin buscarlo un día, estuve chateando cerca de dos horas con una chica que vivía por el aeropuerto.
Estaba a punto de decirle que tenia que darle antidiarreico a mi planta carnívora cuando en la pantalla de chat apareció:
-Satánica: -  Porque no nos vemos mañana sábado ??
( Su nick no era satánica, pero esa impresión me dejo, cuestión que explicare lineas adelante...)
- Yo: - Mmmm esta bien, porque no ? donde te veo?
- Satánica: - Te veo en la taquilla de metro X
- Yo: - Ok, ahi te veo. Llevare una camisa negra.
- Satánica: - Ok, hasta mañana. Llevare una bolsa azul. Besos

Esa ultima palabra parecía un buen indicio, seguramente habría algo de acción aunque admitía que cabía la posibilidad de quedarme esperando a que llegara mi cita a ciegas.
Total. Que podía perder ??.
El sábado por la mañana quería una camisa negra que no pareciera negra, por si mi cita a ciegas resultaba... digamos poco agraciada. Llegue al punto acordado y no tuve que esperar mas de 5 minutos.
En eso una mano toco mi espalda:
- Hola, soy "satánica".
- Hola,.. yo soy "nunca he salido con extrañas". (jeejejejejeje)
Era una chica normal, no fea, cabello corto, algo alta.Aproximadamente de 22 años y jeans ajustados a la cadera y una playera sin mangas, escotada y de espalda descubierta.
- Muy bien, a donde vamos. Pregunte ya que no habiamos tenido oportunidad de decidir en nuestro ciber-encuentro.
Su respuesta me hizo dudar y pensar mil y un cosas.
- Mmmmm, primero vamos despacito a conocernos y después vemos. Zaz?. Me tomo del brazo y caminamos un poco.
Dentro de mi pensaba...mi pregunta jamas fue: - A que hotel te llevo ?? . Y no creo haberla mirado de tal forma que hubiera adivinado que ropa interior traía. Me había sorprendido y era agradable , pero no al grado de desearla en ese momento.

Después de platicar un poco nos dirigimos a un billar en la zona rosa, pedimos una mesa y dos cervezas.
Fue cuando vi a Satanas tatuado en su espalda. Nunca he creído en ello, por lo que no me importo.
Platicábamos mientras tirábamos y bebíamos cerveza. Al cabo de un rato pasaba tras de mi cuando pretendía tirar y pasaba sus uñas sobre mi espalda. Cada vez hacia mas evidente mi buena suerte.
Al medir la ultima bola, al fondo observe como levantaba las caderas para posarlas sobre la orilla de la mesa, exactamente a donde se dirigía mi bola, sonriendo y enseñando su espalda descubierta y sus muy bien formados glúteos. Me levante, se acerco a mi y nos besamos.
- Y ese tatuaje. Le pregunte.
- Eso no es nada, tengo unos piercings en los senos, quieres verlos ??
Pedí el tiempo y pagamos dirigiéndonos hacia la calle. En realidad no lo podía creer. Si hubiera tenido la oportunidad de contarlo tiempo atras en la reunión, jamas lo hubieran creído.
Pero no todo seria lujuria, al ir camino al hotel en una esquina me pregunto.
- Y cuanto me vas a pagar ?
De pronto una sacudida me regreso el piso a los pies.
- Perdón ??
- Si. ayer me dijiste que me darías 500 pesos si te gustaba.
- Yo ???. Trate de recordarle nuestra conversación de unos días antes y comenzó a reír.
Después de platicar un rato caí en la cuenta que la chica había confundido la conversación de alguien mas con la mía. Me había confesado que le parecía extraño que no insistiera en ir al hotel y que lo hacia porque tenia que pagar no se que cosa,...
Se despidió de mi dándome un beso delicioso y que posiblemente ella me invitaría a salir después y que definitivamente la había pasado muy bien,..
Por mi mente paso la imagen propia contando mi fallida cita a ciegas tras las burlas socarronas entre vasos de vodka. Después la volví a ver,.. pero ese es otro post.

Grinch

A minutos de que termine el primer día del 2010, me he animado por seguir el proyecto como un nuevo propósito.
Me he dado cuenta de que las fiestas han pasado casi desapercibidas, casi sin ser nada.
Y no por falta de entusiasmo, sino porque en lo personal, mientras vas creciendo y va pasando el tiempo, dejas de tomar cierta importancia a cosas que de niño te provocaban emoción casi al punto de la euforia. Hoy siento ser una especie de "Grinch citadino" que le molesta en demasía tener que lidiar a diario con el trafico que provoca el Arbolito del Sr. Ebrard.
El día de ayer un pequeño de 8 años me regresó esa emoción ya perdida desde hace mucho. No se cuando la perdí pero se que ya hace algunos años no estaba conmigo.
Esperaba ya el brindis y la cena para retirarme a dormir.
El inocente conteo regresivo en su tierna voz y sus ojos fijos en el televisor durante los últimos segundos me llevó a recordar mi niñez bella en navidades, llena de aromas, adornos, emociones y sentimientos cuando salia con mis padres al mercado por los ingredientes de la cena, a los almacenes a ver juguetes, al ambiente de la iglesia, la espera de los reyes magos, etc... Hay tanto que había perdido o mejor dicho olvidado.
Y llegué a la conclusión que la felicidad no tiene un método o receta, ni un ingrediente secreto. Uno la forja a diario. Ese será mi propósito para conmigo y los que me rodean.
A mis treinta y tantos años, solo tengo algo que decirle a ese niño mientras le abrazo fuertemente...
- Gracias amigo, Feliz Año Nuevo ¡¡¡¡